Categoría: Riesgo Fiscal,Noticias
Autor: Virginia Koyama
SAT confirma que sus robots son más aptos
En un año electoral que no trajo cambios en la legislación ni en la tributación, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se propone incrementar su recaudación. La vigilancia a los contribuyentes mediante el uso de Inteligencia Artificial por parte del SAT fue un éxito en 2023, generando ingresos sin precedentes por un total de 757 mil millones de pesos. Esta cifra sorprendente se traduce en una rentabilidad de 147.4 pesos por cada peso invertido en esta área, lo que representa el doble en términos reales desde el inicio del sexenio.
En 2023, las auditorías realizadas por el SAT aportaron un impresionante 16.8% del total de los ingresos tributarios, la proporción más alta en los últimos seis años. Este incremento en la recaudación ha sido vital para mantener a flote las finanzas públicas en un contexto de estabilidad legislativa y tributaria.
Los contribuyentes se enfrentan a un entorno fiscal cada vez más vigilado, con los robots del SAT adquiriendo una mayor capacidad de aprendizaje desde 2022. En el último año, se realizaron 9,792,163 actos de vigilancia profunda, un 69% más que en el año anterior, lo que representa más de 4 millones adicionales. Esto refuerza la percepción de que el Plan Maestro de Fiscalización 2024, publicado en enero de este año, está encaminado a intensificar el uso de tecnologías como inteligencia artificial, machine learning y analítica de datos para detectar posibles discrepancias fiscales.
Ante este panorama, los contadores se enfrentan a un desafío sin precedentes. La conciliación manual de discrepancias utilizando herramientas tradicionales como programas de descarga masiva de XML y hojas de Excel parece cada vez más obsoleta frente a la velocidad y eficacia de los robots del SAT. Sin embargo, existe una solución: bFiskur, una plataforma de analítica de datos que ha estado aprendiendo los algoritmos del SAT durante más de 4 años. bFiskur utiliza inteligencia artificial para anticipar discrepancias y medir el riesgo fiscal de los contribuyentes, proporcionando información valiosa sobre la probabilidad de ser auditado y las posibles multas e impuestos adicionales que podrían enfrentar si no se realizan correcciones oportunas.
En resumen, el panorama fiscal para los contribuyentes en 2024 parece desafiante, con una vigilancia cada vez más intensa por parte del SAT y una creciente necesidad de adoptar tecnologías avanzadas para mantenerse al día con las demandas del entorno fiscal en constante evolución.
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